Tres de cada cuatro personas están en redes sociales: así somos los internautas españoles

23 millones de internautas –el 50% de la población–, interesados en encontrar y consumir información, con más intención de recolectar opiniones que de crear contenidos, y con una amplia presencia en redes sociales. Así son –así somos– los usuarios españoles de Internet.  

En España hay aproximadamente 23 millones de internautas. Es decir, el 50% de la población utiliza habitualmente Internet. El 33% de los usuarios utilizan Internet para encontrar y consumir información y afirman que no están interesados en crear nuevos contenidos sino en recolectar opiniones.

Explorador y sistema operativo. El 76% de los internautas de nuestro país se conecta durante más de una hora por sesión y para ello utilizan mayoritariamente Internet Explorer (51%), seguido de Firefox, Google Chrome y Safari. Como sistemas operativos, el más utilizado es Windows XP, por delante de Windows 7, W. Vista, Appel OX X y Linux. Entre los buscadores, Google sigue siendo el favorito, con más del 97% de las búsquedas en la Red en España.

Uno de cada tres internautas españoles afirma que navega desde el móvil. Un 56% de ellos apuestan por Apple iOS, un 18% SymbianOS y un 14% Android. Sin ir más lejos, en España el 38% de los jóvenes entre 15 y 24 años tienen un Smartphone, cuando la media europea es del 28%. Lo que más influye a la hora de decidirnos por un terminal móvil u otro es el precio, factor determinante entre los consumidores al adquirir un teléfono.

Qué nos interesa en Internet.

El negocio inmobiliario se reconstruye

El malparado sector de la construcción ha empezado a ver la luz apostando por nuevas estrategias de negocio y diferentes enfoques. Internet como canal de ventas y escaparate de productos, servicios añadidos a la intermediación inmobiliaria, “regalos” y atractivos descuentos para los compradores de viviendas y segmentación del público potencial, realizando propuestas a medida del cliente, son algunas de las claves que están marcando su recuperación.

Algún efecto positivo debía tener la actual crisis del mercado inmobiliario, que no es otra, según coinciden en señalar expertos, que hacer una “limpieza” del sector, quedando las empresas con prácticas más éticas, eliminando la especulación que ha provocado tan exasperante situación y provocando la reinvención de tan tradicional actividad. Así, al abrigo de esta difícil situación económica, han ido apareciendo nuevos modelos de negocio. Uno de ellos es Separadosincasa.es, una oferta de vivienda para un colectivo específico, con unas necesidades muy concretas. Los clientes pueden adquirir apartamentos con un descuento del 40% sobre el precio de compra y no pagar nada durante el primer año.

Otra iniciativa es la de alquilacompra.es, que recoge la oferta de viviendas de alquiler en las que el propietario puede decidir, en un máximo de cinco años, si quiere adquirirla, deduciendo del precio parte de lo pagado como alquiler. 

¿¡¿¡¿Dónde están mis clientes?!?!?

Existen periodos donde el descenso de clientela se hace notar hasta el punto en el que nos preguntamos: ¿dónde están mis clientes? No es en estos periodos cuando debemos cuestionarnos si hemos hecho algo de manera incorrecta, el momento es el día a día. En la actualidad, vemos otras formas de promoción, maneras de alcanzar a un público al que desconocíamos, o roles a seguir para acceder a un sector de público que habita fuera de nuestras fronteras.

Hoy en día, vemos cómo las redes sociales empiezan a posicionarse por delante de la televisión, hablamos de 4.300 millones de euros en publicidad este último año, el doble que el año anterior y el triple que en 2009. Facebook se lleva la mayor porción de esta tarta cargada de alicientes para las empresas, con un 68% del mercado; no lejos hallamos a Twitter con una cifra tal de 107 millones de euros en por la parte de ingresos publicitarios. Lo veo lógico, Facebook tiene más de 650 millones de clientes: ¿quién puede llegar a tantas personas? Este número de adeptos es mayor que algunas religiones populares.

La rapidez de conocimientos que Internet nos brinda y la facilidad que tenemos para atender a noticias de la mano de dispositivos móviles nos vuelven vulnerables y receptivos a todo lo que alcanza a nuestros gustos. Es ahí donde comienza el ingenio de cada uno para aprovecharnos de la situación y de donde podemos tirar de ideas para promocionar nuestra empresa. Mi padre me dijo: las opciones están ahí para todos; sólo debes aprovecharlas. Éste es un claro ejemplo del consejo.

Cupido, flechazos a nuestro bolsillo

Del tradicional ramo de flores a un sugerente conjunto de ropa interior, un “cofre de experiencias” para compartir o cena para dos a la luz de las velas. Celebramos hoy el Día de los Enamorados, un 14 de febrero en el que muchos optaremos por regalos menos lujosos y recurriremos al detalle original. Lo que no se puede negar es que Cupido seguramente habrá dado un respiro a la cuenta de resultados de este frío mes de febrero en no pocos negocios.

San Valentín llega travieso, como todos los años, tiñendo de rojo los escaparates y fachadas de los comercios y establecimientos de la ciudad. Corazones, flechas aventureras y bebés sonrosados animan al consumo, sin lugar a dudas, pues esta fecha es otro ejemplo más de la importancia que tiene la decoración, luces y colores, en el incremento de las ventas entre los consumidores. Sucede como Navidad, que ante tanta bombilla y tanto espumillón parecen dejarnos “ciegos” y nos hacen picar comprando tal o cual cosa que probablemente no necesitaremos.

Y no pensemos que el objetivo del travieso Cupido se dirige solo a enamorados y enamoradas. Desde hace un tiempo se viene promocionando que el amor no solo se tiene hacia tu pareja, tu novi/a o marido/mujer. No. El amor también se siente por un padre y una madre, por los hijos, por tus hermanos y, por qué, por cualquier persona merecedora de un detalle por nuestra parte. Así, ampliamos el público objetivo, los consumidores potenciales, y San Valentín se convierte en otra fecha marcada en el calendario comercial de grandes superficies, centros comerciales y pequeños negocios.

De hecho, las encuestas van en esa dirección y destacan que son muchos los que se decepcionan si no reciben un regalo el 14 de febrero o si no les recibe su consorte con una cena a la luz de las velas o un regalo especial. Así se constata en el estudio realizado por Lastminute, que destaca que Andalucía es la comunidad a la que más le gusta celebrar este día: el 68% de los andaluces recibiremos algún regalo hoy y cinco de cada diez esperamos que así sea; el 80% de los que regalen invertirán más de 50 euros en el presente; y los hombres serán los que más se gasten, de hecho, la mitad se dejará el sueldo de un día y más del 30% sacará de su bolsillo más de 100 euros.

Nuevos tiempos, cambian los regalos

Cuestión de confianza…

CUANDO EL PANORAMA SE PRESENTA EN BLANCO Y NEGRO, HAY QUE CAMBIAR LA ACTITUD Y LLEVAR A CABO ACCIONES QUE NOS PERMITAN TOMAR UNA INSTANTÁNEA DE COLORES. Se trata de recuperar la confianza en uno mismo, ser consciente de que las soluciones a muchos problemas están dentro de nosotros y que solo hay que buscarlas. Si crees en ti, ya será más fácil conseguir que sean otros los que confíen en tu propuesta, ideas e iniciativas.

Confianza. Según la RAE, “esperanza firme que se tiene de alguien o algo; seguridad que alguien tiene en sí mismo; presunción y vana opinión de sí mismo; ánimo, aliento, vigor para obrar”. Estas son algunas de las acepciones que encontramos para este sustantivo y que bien nos sirven para focalizar un tema fundamental en el mundo del “emprendimiento”.

Sí. Se trata de confianza. Confianza en uno mismo, confianza en que se es capaz de llevar a cabo una serie de acciones, confianza en que podemos poner en marcha un negocio… ¡y que funcione! Confianza en que los demás van a confiar en nosotros. Y toda esa CONFIANZA se transmite, genera buenas vibraciones, que algunos le llaman, y van a atraer el éxito seguro. Lógicamente, esta receta de domingo no funciona sin una importante y fuerte dosis de esfuerzo, trabajo, dedicación y otra serie de factores  de los que deberemos tirar para seguir el camino de baldosas y llegar con éxito al Mago de Oz.

España y la confianza